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martes, 19 de septiembre de 2017

MONSEÑOR RAMÓN ZUBIETA
El 4 de julio de 1913, el Papa Pio X crea el Vicariato Apostólico del Urubamba y Madre de Dios, nombrando como primer Vicario a Monseñor Ramón Zubieta. Su vida es expresión de la total entrega a la misión, como indicará a la M. Ascención Nicol, cofundadora con él de la Congregación de las Misioneras Dominicas del Rosario, en un pasaje de su amplísima correspondencia con ella.
“Veo que Dios me quiere santificar a toda costa; siento la gracia a raudales y bien la necesito para sufrir ciertos golpes, que son ¡¡verdaderamente mortales!!... Sólo deseo ocuparme de las Misiones y correspondencia, y pasar los ratos que pueda delante del Santísimo, mi único consuelo en esta vida de padecimientos.
"No hagamos caso de las apreciaciones de los hombres, que ni nos pueden premiar, ni castigar con algo que merezca la pena; las criaturas nada nos pueden dar, ni nada podemos esperar más que ingratitudes de todas ellas. Sólo Dios sabe apreciar nuestras acciones, y no tiene pasiones que le puedan cegar para no ver las cosas tal cual son.
No os hablo de la oración de quietud, de unión, etc., eso queda para los espíritus contemplativos, tranquilos y sosegados; mi alta templada en los sufrimientos de toda clase de tribulaciones se contenta con unirse a Dios, cumpliendo su divina voluntad, aún a costa de todos los padecimientos: se contenta con ver a Dios en todo y actuar sus designios con una fe ciega en Él y en sus obra; siempre dispuesta a dar la vida por Dios y la salvación de las almas que Él redimió con su preciosa sangre. Mil veces la he expuesto a peligros inminentes, si Dios no la ha aceptado y me ha sacado del fondo del río, Él sabrá por qué lo hace. El sacrificio estaba hecho.”
MADRE ASCENSIÓN NICOL

Sus primeros años de vida transcurrieron en los ambientes de una familia cristiana, donde el amor, el trabajo y la solidaridad, eran una práctica constante.
Cuando tenía 14 años, su padre la llevó al Colegio Internado de Santa Rosa de Huesca, que era administrado por religiosas Dominicas. El contacto con la Vida Religiosa creó en ella un deseo y una interrogante sobre su vocación y una vez terminados sus estudios, regresa un año a casa de sus padres para clarificar bien sus motivaciones. Discernida así su vocación, vuelve al Convento de Santa Rosa para ser religiosa.
Ascensión Nicol fue una mujer abierta a acoger lo que Dios le iba pidiendo a su joven vida. Compartía siempre con las Hermanas sus deseos de acercarse a las personas que ella iba conociendo por los escritos misioneros de aquella época.
Así cuando en el año 1913, llega al Convento de Santa Rosa un Obispo Misionero proveniente de la selva peruana, solicitando Hermanas para que lo acompañen en su tarea evangelizadora, Madre Ascensión aunque no sentía en ese momento grandes ilusiones para ofrecerse, se hace disponible, confiando en que Dios le está mostrando un nuevo camino para su vida.
En el año 1913, Madre Ascensión llega a Lima con 4 hermanas más y después de un año y medio de espera en la capital peruana, salen hacia la selva en una primera expedición.
En Maldonado Madre Ascensión empieza a vivir un nuevo estilo de vida, una nueva manera de orar, de evangelizar y relacionarse con la gente. Es en ésta realidad de exclusión, abandono y opresión, donde se da cuenta que Dios la guía y acompaña más que nunca y así lo deja plasmado en una de sus cartas escrita en el año 1918: “¡Cuánto bien se hace en estas misiones y que cerca del cielo se siente el alma en estas apartadas regiones. Nunca me he sentido tan cerca de Dios como en los diez y seis meses de selva".
Madre Ascensión va descubriendo a Dios que se le revela con nuevos rostros, ya no es sólo el Dios del Sagrario, de la Eucaristía o del rezo del Rosario, es el Dios encontrado en el rostro de la mujer indígena enferma y abandonada en plena selva para que termine de morir. Es el Dios que sufre nuevamente en el nativo explotado por la empresa cauchera, es el Dios que muere en el niño tuberculoso, sin medicinas para curarse. Es el Dios que pide dignidad para aquellos marginados por la sociedad en la selva peruana.
¡Qué bien había aprendido a integrar la espiritualidad de Santo Domingo, Ascensión Nicol!, "CONTEMPLAR EN LA ACCIÓN", tal vez por eso, toda la vida de esta gran mujer fue entregarse incondicionalmente por Amor, sin añorar el pasado, sin guardarse para ella, abierta a lo incierto, abierta al hermano - hermana que más sufre, toda su vida puesta al servicio de Dios.
Las Hnas. Misioneras Dominicas del Rosario, actualmente presente en los cinco continentes, queremos compartir con la Iglesia de Chile ésta ¡Gran Noticia! que alegra el corazón de nuestra Congregación y nos invita a vivir con mayor radicalidad el Carisma que hemos heredado de nuestros Padres fundadores Venerable M. Ascensión Nicol y Mons. Ramón Zubieta, “Evangelizar en los lugares donde la Iglesia más nos necesite”. Tarea que realizamos desde una pluralidad de servicios.
HISTORIA: Un esbozo del desarrollo de la Congregación.
La Congregación de las Hermanas Dominicas Misioneras de Jesús y María surgió del amor a la Iglesia. Este amor al Cuerpo Místico de Cristo les fue inculcado por el Padre Jacinto Woroniecki (1878- 1949), Fundador de la Congregación, hijo espiritual de Santo Domingo y San Jacinto. Estuvo en diferentes países de Europa y siendo un observador perspicaz, conoció bien los problemas socio- nacionales y la situación de la Iglesia.Sensible a los asuntos Divinos, percibió las amenazas de la fe y las faltas en la formación espiritual de los fieles. El mandato misionero de Cristo rezonaba con fuerza en su corazón. El mismo dedicó su vida al servicio espiritual en varias esferas (como profesor, pastor de intelectuales, teólogo, director espiritual, escritor, renovador de la provincia polaca de dominicos) de acuerdo con la reconocida voluntad de Dios. La comunidad monacal- obra que dejó, permanece hasta hoy día y sigue emprendiendo el esfuerzo para realizar las tareas que le fueron confiadas. El Padre Jacinto las definió: „El objetivo de la Congregación es el trabajo misionero entre los gentiles y en Rusia así como hacer comprender la necesidad de este trabajo en nuestro país.”

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